Tijuana, Baja California, 22 de julio de 2024. A seis días del lanzamiento del programa “No más Niños en la Calle”, el XXIV Ayuntamiento de Tijuana, bajo la dirección de la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, ha brindado atención a cerca de 150 personas, entre menores y adultos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes se encuentran en situación de calle en la ciudad.
La alcaldesa Montserrat Caballero subrayó que este esfuerzo refleja el compromiso de su administración de trabajar hasta el último día en las causas más importantes, enfatizando que “si cambiamos la vida de un niño, ya estamos del otro lado”. El programa, dirigido por la Secretaría de Bienestar, ha intervenido en casos de 99 menores y 44 adultos que los acompañaban, sensibilizándolos para abandonar la vida en las calles y ofreciéndoles alternativas de apoyo.
Gerardo López Montes, secretario de Bienestar, informó que el éxito inicial del programa se debe a la colaboración de un equipo multidisciplinario de 30 personas, distribuidas en cinco brigadas de la Unidad Municipal de Apoyo Social (UMAS) y la Dirección de Atención a Pueblos Indígenas (DAPI). Estas brigadas, que incluyen intérpretes de lenguas originarias como tzotzil, mixteco y purépecha, han realizado recorridos en las zonas más concurridas de Tijuana, abarcando desde la zona Río hasta el bulevar industrial, incluyendo el Centro, Playas de Tijuana y Otay Centenario.
El programa “No más Niños en la Calle” no solo busca retirar a los menores de las calles, sino también ofrecer un enfoque integral de apoyo, que incluye sensibilización, asistencia para retornar a sus lugares de origen, y en algunos casos, apoyo para emprendimientos que permitan a las familias generar ingresos de manera digna.
Caballero Ramírez también anunció la próxima colaboración con el Gobierno del Estado, que se unirá a los esfuerzos municipales para intervenir en áreas más delicadas, como la zona de la línea internacional. Esta intervención conjunta busca fortalecer la protección de los derechos de los niños y niñas en situación de vulnerabilidad, ofreciendo soluciones sostenibles y humanas.
El programa continúa su labor con la esperanza de seguir transformando vidas y construyendo un futuro más seguro y digno para los menores de Tijuana y sus familias.