TIJUANA, BC., a 1 de febrero de 2021.- El tiro con arco es un deporte de precisión que requiere de un alto componente físico, mental y por qué no decirlo, emocional, es potencia y precisión, es fuerte y delicado, es pasión y perseverancia, es dedicación y devoción, es intensidad e integridad.

Al iniciar esta semana y segundo mes del año trabajaron en el campo de tiro con arco ubicado dentro del CAR en Tijuana, Francisco Octavio Padilla, cadete “B” recurvo; Mariano Segovia, cadete “B”, compuesto; Ximena Estrada, cadete “B”, compuesto; Adriana Castillo, cadete “B”, compuesto.

En otro grupo guardando también las medidas necesarias como la sana distancia, trabajaron Gilberto Arámburo, cadete “B”, recurvo; Lidia Quezada, juvenil, recurvo; Rubén García, juvenil, recurvo, con el propósito permanente de mejorar la técnica para buscar los resultados deseados.

Hay que hacer notar que en las sesiones de entrenamiento se realiza un volumen de flechas de entre 150 y 200 disparos en dependencia al micro ciclo de entrenamiento en el que se encuentren los jóvenes atletas.

Pendientes del trabajo de los jóvenes arqueros de Baja California los entrenadores Eduardo Marrero, Eduardo Sánchez y Christian Ramírez, que se vuelve bidireccional y “personalizado” de acuerdo con el nivel y el estilo de entrenamiento que más se adecúe a cada uno de ellos o ellas.

El trabajo con el entrenador en este nivel es más de cuidado de los detalles, es aprender a percibirlos, aprender a que el deportista tenga la sensación de cuándo su disparo fue bueno, cuándo fue malo, cuándo hubo algo diferente en su ejecución y eso se vio reflejado en el resultado.

Los arqueros de iniciación se mantienen trabajando en línea a cargo de Misdalis Aurora Duanis, de acuerdo a un programa definido por el Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California (INDEBC) y el área metodológica, cuidando la salud ante todo, acorde a los tiempos que vivimos con la pandemia de la Covid-19.