Buenas noticias BC. – Rosarito, Baja California. – En este quinto municipio, las cosas no van muy bien desde que empezó el cambio del gobierno municipal del VIII y IX Ayuntamiento.

El dirigente de la Unión de Comerciantes Ambulantes 4 de Junio, Ricardo Jiménez, manifiesta que ya casi se cumple un año desde que fueron retirados de su antiguo lugar, donde por más de 30 años estuvieron obteniendo ingresos muy buenos.

Los ciudadanos estaban acostumbrados a obtener de todo más barato y en un mismo lugar. Hoy en día, las familias de comerciantes sufren porque no logran estabilizarse económicamente; están trabajando bajo protesta en un lugar muy peligroso, tanto para los vendedores como para los ciudadanos. En estas pasadas fechas festivas con motivo de la Navidad, no la pasaron alegres; la raquítica venta no les da para tener una feliz Navidad y año nuevo en 2024 como en años anteriores.

Indica el líder Ricardo Jiménez que para realizar cualquier reforma deben tomar en cuenta a los comerciantes, pero no es así; se limitan a modificar leyes sin importarles los pobladores trabajadores de la clase media baja. Piden mesas de trabajo para el bien común y todavía no hay respuesta.

La razón de quitarlos de la zona de las canchas deportivas y una primaria fue porque 4 puestos obstruían el paso a los conductores que se dirigían a una escuela cercana. Quedando como resultado que los autos con personas de procedencia desconocida se metan a ese mismo plantel y lo usen de estacionamiento, poniendo en riesgo a los niños desde los 6 años en adelante. Salió peor el remedio que la enfermedad con esta medida de ponerlos en ese lugar. Mientras, el director y la alcaldesa de Rosarito consideran que está todo muy bien. Los padres de familia ignoran lo que sucede por esta puerta trasera de la primaria.

La raza obrera, la gente de trabajo digno, pide consideración y que los regresen al mismo lugar donde hay más orden y menos peligros para los menores de edad. En estas próximas elecciones de 2024, si no hay apoyo, tampoco habrá votos para aquellos que no ayudan a la ciudadanía.

Por Matilde Angélica Álvarez Inzunza.